Acerca de

Quisiera mostrarte mis credenciales, pero hace mucho tiempo que renuncié a ellas. No tengo lista de estudios o de logros o de éxitos que mostrarte. Mi vida es ordinaria y lo único extraordinario que verás aquí, es lo que Jesús puede hacer en un corazón dispuesto.

 

Todo lo que un día había conocido de Dios fue transformado, mi teología dio un giro de ciento ochenta grados. Dios derribó todas mis concepciones acerca de Él y me llevó hacia el desierto, lejos de los muros de la religión. Y allí, encontré una vida más profunda en Dios. Ahora camino con Él en la cotidianidad de mi vida y de ese caminar nace lo que escribo. Punto. 

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Después de haber sufrido un dolor muy profundo, la muerte de mi Manolo, mi esposo y mi compañero de vida a causa del cáncer en el año 2010, comencé a escribir en el 2013. ​Dios utilizó mi experiencia para enseñarme acerca de sus caminos. Y esto no fue fácil y casi muero en el proceso. Sin embargo, Él me encontró en medio de mi sufrimiento, me consoló, me mostró su infinita fidelidad y su gran amor. Encontré en Dios el motivo para seguir adelante y me dio las fuerzas que necesitaba para ponerme en pie y plasmar todo lo que Él me estaba enseñando. Ha sido una camino largo y con muchas curvas, lleno de altibajos, de decepciones y de mucha incertidumbre, pero inundado de su misericordia. 

 

​Comparto de mi experiencia con Dios en la cotidianidad de mi día a día, para que descubras el gozo de vivir en su vida. Escribo para que puedas experimentar su consuelo en tus más duras circunstancias, para que encuentres su fuerza en tus más recias batallas. Y mi deseo es que lo veas a Él en las letras que escribo. Anhelo que te enamores de Jesús, que veas su absoluta soberanía en todo lo que sucede en tu vida, que Él sea exaltado en tu corazón en medio de tu diario vivir y que tengas una relación profunda con el Señor.

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Mi vida pasada tiene muchos momentos difíciles y dolorosos, con grandes traumas, pérdidas y fracasos, pero el Señor me llevó de su mano en cada instante, su gracia me levantó y me ha sostenido. Dios ha llenado los vacíos de mi corazón y ha sanado mis heridas. Ha restaurado mi vida y ha redimido mis peores momentos. Y también lo puede hacer en ti. 

 

En Cristo, encontré todo lo que necesitaba, su bandera sobre mí fue amor y le pido que tú encuentres en Él todo lo que necesitas y lo que te hace falta. 

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La vida nunca será perfecta, siempre habrá momentos difíciles y las adversidades del ayer siempre serán reemplazadas por nuevas. La felicidad y la tranquilidad que hoy podemos disfrutar pueden deshacerse en cualquier instante; sin embargo, todo tiene un propósito en sus manos, aunque nos parezca imposible. En medio del caos, Dios nos invita a descansar en su fidelidad y en su infinito amor. El pasado no es posible cambiarlo, pero vivir clavados en él nos paralizará por completo. Hoy podemos invitarlo a esos lugares oscuros y dolorosos de nuestra vida, y ser abrigados con sus brazos.   

 

Dios es el Dios de los nuevos comienzos.

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Y, quiero decirte, con toda seguridad, que no existe una pena en este mundo que Jesús no pueda consolar, es posible seguir adelante a pesar de toda pérdida y a pesar de todo dolor. El trauma no tiene la última palabra y no te define. Dios desea tomar las heridas profundas de tu corazón y sanarlas por completo, desea tomar tus aflicciones más lúgubres y hacer de ellas oportunidades de mostrar su poder. Su amor llega hasta el pecado más profundo y lo arranca de raíz. Dios desea llevarte a una vida más profunda en Él.  Desea una relación de amor contigo, no una religión. 

 

Cristo es el nuevo AMANECER en el horizonte. 

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La muerte de Manolo me abrió un camino hacia la escritura, algo que nunca imaginé o esperé. Descubrí mi pasión por escribir para Dios (mi público de Uno) y para bendecir a otros con sus Palabras. Le pido a Él que encuentres sus huellas en cada escrito y que ministre a tu corazón mientras lees. Que esta página sea un refrigerio para tu alma y un reto para navegar más profundo en la vida de Jesús. ​​​​​

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Con amor, 

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Adriana