Hace unos meses logré tomar esta foto, una mariposa no se deja captar tan fácil. No puedes tratar de agarrarla, es la cosa más difícil, yo lo he intentado y nunca he podido, debes esperar a que ella llegue y repose.
No podemos controlar las circunstancias que suceden en nuestras vidas a diario, pero podemos confiar que el Señor sigue al mando de todas las cosas, nada se ha salido de su control soberano, nada en este universo, en esta tierra y en nuestras vidas se ha salido de su mano.
Cuando vemos las circunstancias desde Su realidad, encontraremos que todo viene acompañado de un propósito; no siempre entenderemos el porqué suceden las cosas, pero a su tiempo el Señor nos dirá lo que necesitamos saber. Lo único que podemos hacer es descansar en Su voluntad y en Su momento todas las cosas serán puestas en orden. Dios nos dará la fe de Él y todos los recursos necesarios que nos sostendrán en las temporadas más difíciles y dolorosas de nuestras vidas.
Sin embargo, antes que podamos aprender a descansar totalmente en Dios, el trabajo de la cruz debe ser hecho en nuestra vida, el descanso solo se encuentra en Jesús, permaneciendo en Él podemos triunfar sobre toda ansiedad, preocupación y angustia, la cruz nos abre la puerta a toda seguridad en Él, nos libera de todo lo que roba su paz en nosotros y nos separa del mundo y de toda su agitación.
Dijo Austin Sparks: “En cuanto a mí, que nunca pueda jactarme de nada excepto de la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Debido a esa cruz, mi interés por este mundo ha sido crucificado y el interés del mundo por mí también ha muerto. (Gálatas 6:14 NTV).
Un pueblo verdaderamente crucificado nunca corre peligro del mundo. Solo cuando la Cruz no ha hecho su trabajo, el mundo tiene un lugar. El mundo no tiene lugar con un hombre o una mujer crucificados o una compañía de creyentes crucificados. La Cruz es una gran defensa contra el mundo. Si quieres mantener al mundo fuera, pon la Cruz en su lugar. Si la Cruz está verdaderamente en su lugar en plenitud, entonces todo lo demás se pondrá en orden. La Cruz es la gran defensa contra el mundo. La Cruz es la gran defensa contra los poderes del mal. La Cruz hace que todo sea seguro; hace que todo sea seguro para el Señor.
Verá, el Señor quiere comprometerse. Quiere confiarse a su pueblo, pero si la cruz no está allí en acción, el Señor no puede confiarse a ellos. El Señor dice: "No es seguro para Mí entregarme allí o estaría involucrado en su condición de no crucificado". La Cruz hace que todo sea seguro para el Señor y la Cruz hace que todo sea seguro para la Iglesia. Si la Cruz realmente obra en todos nosotros, podemos confiar los unos en los otros. Es bastante seguro confiar en un hombre o una mujer crucificados”.
Debemos aprender a abrazar la cruz diariamente y ver su obra en todas las cosas que nos suceden a diario y que suceden en esta tierra, en lugar de mirar a los hombres mientras este mundo se desmorona.
Confiemos en el Señor siempre y seremos sorprendidos por su gran amor. Las cosas que Él hace nos llenan de Su vida. Si descansamos en Él nuestra vida será llena de tantos detalles que nos asombrarán y veremos la sabiduría de Dios obrando. Este mundo y las circunstancias no tienes sentido sin Él, todo lo real y verdadero es invisible, así que aferrémonos a Cristo y entenderemos que todo está bajo el control soberano de Su mano. La presencia de Dios es atrayente más que lo que todo lo que sucede a nuestro alrededor, Su presencia está llena de plenitud, de risa, de paz, de gozo, si lo encontramos a Él, lo encontraremos todo y allí hallaremos el descanso para nuestra alma.
Dios todavía está en control.
“Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza. El solamente es mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré. En Dios es mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es en Dios. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro amparo. (Selah.)” Salmo 62: 5 - 8
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