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Adriana Lelión

LA ESPERA DEL ALMA SALMO 130:6


Una canción se eleva desde el fondo de nuestro corazón, mientras peregrinamos por esta tierra y anhelamos llegar a esa ciudad cuyo constructor y arquitecto es Dios. Hay un peregrinaje para alcanzar las profundidades del Señor Jesús, reservadas para aquellos que aprenden a esperar al Señor.
Dice el salmista: "mi alma espera al Señor, más que los centinelas a la mañana". Un centinela que guarda una torre o una prisión toda la noche, para que nadie salga o entre, este hombre anhela que llegue la mañana porque toda la noche ha estado vigilando atentamente y al clarear el día, su gozo se hace evidente.
Que nuestro gozo sea esperar a Aquel que satisface por completo nuestra alma, no importa la noche oscura por la que tengamos que pasar, pues Él es ese amanecer en el horizonte que se extiende sobre nuestros corazones. Oremos que nuestra alma lo anhele más que todas las cosas de este mundo, que esperemos y confiemos en Él, ya que Él es nuestra necesidad absoluta.

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