LÍMITES Y DISTANCIAS - EL OTRO LADO DEL AMOR
- Adriana Lelión
- hace 22 horas
- 4 Min. de lectura

Sí, existe otro lado del amor y es necesario conocerlo. El amor no implica que le puedes permitir a las personas maltratarte, humillarte, abusar de tu confianza o hacerte trizas la vida, solo porque debes amar y perdonar. Sí, el amor todo lo perdona y lo soporta. Y como escribió Anne Lamott: “La tierra es la escuela del perdón”.
Pero en las relaciones, lo opuesto al amor es el control. Y ninguna relación sana puede basarse en el control. Las relaciones con nuestros amigos e incluso con nuestra familia de sangre y de la fe, no se fuerzan, ni se obligan. Podemos tratar de relacionarnos con alguien y hacer un gran esfuerzo, pero si la otra persona no desea que estemos en su vida o si está tratando de controlarnos y manipularnos, lo más sano es soltar a esa persona. Tratar de forzar alguna relación, nos lleva al cansancio. Yo lo he experimentado y he tenido que aprender a soltar a las personas.
Sabiduría también es poner distancia amorosa de aquellas personas que nos hacen daño. Podemos poner límites y seguir amando. Y en nuestra vida, los límites son importantes y eso no te hace una mala persona. Hay que aprender a decir "no" de vez en cuando, hay que aprender a no estar complaciendo a las personas, ni tratando de agradar todo el tiempo.
Frank Viola escribió:
“Ser complaciente con la gente atraerá a personas dañadas a tu vida que terminarán volviéndose en tu contra y creando estragos en tu mundo”.
A veces debes alejarte de personas demasiado negativas, narcisistas, dramáticas, trágicas, depredadoras y quejumbrosas. Personas que te hieren y que a veces lo hacen de la manera más sutil. Que te utilizan para su beneficio, para satisfacer sus necesidades. Que juegan contigo el juego de la superioridad. Que desean que seas simplemente un peón en su juego (incluso en su juego religioso). Personas que quieren que seas solo una fachada, que te veas bien, que actúes bien, que te corrigen a cada rato y pretenden que te veas como ellos quieren que te veas. Aléjate de todo ese tipo de personas, a menos que tengas la suficiente gracia para soportarlas en amor. Y sin dejarte seducir por su forma de ser o terminarás actuando como ellas y no te darás cuenta.
El Señor Jesús amó hasta el fin a toda esa gente que lo seguía, incluyendo a su madre y a sus discípulos; sin embargo, a todos les puso límites, nunca buscó complacer o agradar a nadie, ni buscó su aprobación. Pablo sabía muy bien, que vivir en la búsqueda de la aprobación de otros, lo llevaría lejos de la realidad del Reino de Dios. Por eso escribió:
Entonces, ¿busco ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1: 10
Los límites son importantes. Esas distancias amorosas dicen "hasta aquí" en nuestras relaciones interpersonales y eso no nos hace antipáticos. Como nuestro Señor Jesús, podemos seguir amando, aunque pongamos límites o aunque tengamos que distanciarnos de alguien ya sea solo por un tiempo, hasta que haya un verdadero arrepentimiento en su corazón. El amor de Dios no nos hace el oso felpudo de nadie, recuérdalo. El Padre nos guiará para saber cuándo debemos alejarnos, en qué momento poner límites, cuándo decir “no”, cuándo quedarnos y luchar por una amistad o cuándo dejar ir a alguien.
En muchas ocasiones, satanás utiliza las voces hirientes de algunas personas para dañar nuestro corazón. No permitas que las acusaciones de otros o su ira o su sarcasmo hagan mella en tu corazón.
En palabras de Mary DeMuth:
"No permitas que las sentencias de otros se graben como una ley en la piedra de tu corazón".
Cuando alguien tiene veneno en su alma se irritará contigo, porque ve la luz de Jesús en ti, así que es su problema, no el tuyo; lo que está mal en esa persona es la basura que lleva dentro. No bebas su veneno. No tienes que estar cerca de personas que te gritan, te insultan, te humillan, que te hacen sentir mal, que dicen mentiras de ti o chismean a tus espaldas, incluso si dicen ser creyentes. Aun puedes tomarte un descanso de gente que es de tu familia o amigos que siguen patrones destructivos aprendidos de generación en generación. No debes darle acceso a tu vida a este tipo de personas, no abras la puerta de tu corazón a gente que te va destruir. Pide a Dios que su amor y su perdón se perfeccionen en ti para amarlas y orar por ellas desde la distancia. Y, a veces, lo mejor que puedes hacer en pro del amor es alejarte.
Como escribió Wayne Jacobsen:
“A veces hay que amar a alguien lo suficiente como para dejarlo ir hasta que esté listo para un cambio en su propio corazón”.
Busca la paz y síguele. No permitas que alguien te robe la paz, usurpe tu alegría y drene toda tu energía.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla. Salmos 34: 14 NTV
Recuerda, las relaciones saludables requieren gracia, empatía, ternura, paciencia, amor, comunicación compasiva, voluntad de escucharse mutuamente y tolerar las debilidades. Incluso en el momento más lúgubre del pueblo de Israel, en su desobediencia más descarada, en su profundo rechazo hacia Dios. El Señor le dijo a Isaías cómo debía hablarles:
“Consolad, oh consolad a mi pueblo”, dice vuestro Dios. “Háblale suave y tiernamente a Jerusalén…”. Isaías 40: 1 – 2 MSG
Hasta la próxima publicación.
A.L.
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