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Adriana Lelión

NUESTRO CARCELERO GÉNESIS 39:20


Y tomó su señor a José, y le puso en la casa de la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la casa de la cárcel. Génesis 39:20

Uno pensaría que las cosas iban a mejorar para José, pero la cosa se puso peor al llegar a la casa de Potifar, fue víctima del acoso de la esposa de este hombre y terminó en la cárcel.


Nosotros nunca elegiríamos por nosotros mismos el camino angosto y la puerta estrecha, pero ser prisioneros de la voluntad del Señor, nos lleva a su libertad.


El Señor Jesús dijo que toda planta que su Padre no haya plantado será desarraigada (Mateo 15:13). El Señor nos pondrá a prueba para ver si realmente fuimos plantados por el Padre en Cristo o solo somos plantas y flores de invernadero. El invernadero guarda a la planta del exceso de frío, la guarda de los fuertes vientos, el granizo y las plagas de insectos.


Pero, el Padre nos sacará de ese invernadero para exponernos ante el frío y ante todas las tormentas para probarnos. Este tiempo que estamos viviendo es para ponernos a prueba, pues no son días fáciles. O estamos viviendo realmente una vida con el Señor o compramos un evangelio fácil, un evangelio de la prosperidad, una religión fría y vacía, estamos cubiertos por Él o seguimos en la cobertura de los hombres.


Seremos ilusos al pensar que a estas alturas del camino, el Señor nos va a hacer las cosas fáciles. La gracia del Señor siempre estuvo con José, pero no le facilitó el camino, ya que tenía un propósito más grande. Encerrados en sus prisiones, sabremos si fuimos plantados por Él.


Que el Señor abra los ojos de nuestros corazones, para que veamos que todo obra para bien conforme a su propósito de conformarnos a la imagen de su Hijo. Que el Señor transforme nuestras vidas y nos dé la gracia para soportar sus prisiones.


¿Cuál es tu prisión en este momento? Oremos juntos por eso.

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