NUESTROS "POR QUÉS"
- Adriana Lelión
- 3 ago 2023
- 2 Min. de lectura

Los regalos de Dios también los podemos apreciar en las cosas menos agradables de nuestra vida y en los momentos dolorosos. Cuando nuestra mirada está puesta en Él, cuando no permitimos que este mundo nos absorba y nos distraiga como sabe hacerlo, podemos ver sus huellas dactilares en todo lo que nos sucede en la vida cuando prestamos atención; aprender a ver lo extraordinario del Señor en nuestra cotidiana y a veces monótona vida, requiere estar más atentos.
Sus misericordias son nuevas cada mañana y esto es lo que nos sostiene en medio de las dificultades, los desafíos y las incertidumbres de cada día. El amor de Dios es nuestra seguridad en medio de todo lo que enfrentamos en nuestra vida como hijos de Dios; porque si algo dejó muy en claro nuestro Señor Jesucristo es que seguirlo implica mucho costo.
Y a veces cuando las circunstancias adversas nos golpean de repente y nos sacan de la comodidad, le decimos a Dios: Señor, ¿Qué es lo que estás haciendo? ¿Por qué esto? Sin embargo, Dios no siempre nos dirá lo que está haciendo, Él nos dejará con muchos “porqués” sin respuesta, Él no nos dará explicaciones. ¿Y sabes por qué lo hace?, porque el Señor se reserva ese derecho y porque perderíamos el elemento de la fe. Si nos dijera: “Mira hijito(a) te voy a llevar por un proceso muy doloroso, muy oscuro, vas a perder esto o aquello, vas a tener estas dificultades y a través de aquello voy a hacer esto en ti”, perderíamos la oportunidad de aferrarnos al Señor con todas nuestras fuerzas, perderíamos la oportunidad de depender del Señor en el proceso, de conocer más del Señor Jesús, perderíamos la oportunidad de dejarnos sorprender por Él.
Ser creyentes no nos va salvar de pasar dificultades, pero confiar en Él nos mantendrá firmes. El Señor Jesús aprendió la obediencia por lo que padeció y habiendo sido perfeccionado vino a ser el autor de nuestra salvación (Hebreos 5: 8 - 9). El Padre de nuestro Señor Jesús es también el nuestro, lo que fue para Cristo, es para nosotros hoy, lo que fue una realidad para nuestro Salvador es una realidad para nuestras vidas; y esta es nuestra ancla en medio de las tormentas, esa es nuestra garantía y seguridad.
El Señor tuvo un peregrinaje con muchas pruebas, caminó en esta tierra siendo un Hombre Perfecto y Dios Perfecto con muchas dificultades en el camino, así como nosotros, pero para Él fue más profundo y mucho más difícil; entonces por el testimonio de nuestro Señor, podemos saber que Dios Padre puede y quiere perfeccionar su obra en nosotros a través de todo lo que permite en nuestras vidas. Y solo aferrados al Señor Jesús podremos sobrevivir a todo lo que nos sucede. Verlo a Él es la clave de todo, ver su grandeza, su inmensidad y su gran potencia es lo que nos dará la fuerza para seguir adelante en nuestra vida cristiana, aun sin todas las respuestas.
Hasta la próxima.
A.L.
留言