Alegrémonos y llenémonos de gozo y démosle honor a él, porque el tiempo ha llegado para la boda del Cordero, y su novia se ha preparado. Apocalipsis 19: 7 NTV
El deseo del Padre, a través de su Espíritu, es despertar a la novia hacia su destino. Jesús está cortejando a su prometida, la está atrayendo con cuerdas de amor. Él no la está manipulando con amenazas, ni la está cargando con trabajo religioso. La está amando y la está preparando para ese dulce encuentro.
Solo podremos sobrevivir a los últimos días, caminando junto a la presencia de Jesús, no hay otra manera. Llenando requisitos y cumpliendo deberes religiosos, no lo haremos. Se necesita una revelación de Jesús en el corazón, una revelación fresca cada día, en una intimidad constante, con ojos abiertos y con oídos atentos. En un amor real y verdadero donde todo lo demás quede eclipsado, donde el resto de las cosas pasen a un segundo plano.
No podemos caminar en este tiempo con base a leyes y reglas que otros nos han impuesto, no podemos seguir escuchando doctrinas de hombres y creer que eso es todo. Jesús despojó a cada uno de sus seguidores de todas sus obligaciones religiosas, para llevarlos a una intimidad con el Padre. Y la única manera de sobrevivir en este tiempo y a través de toda circunstancia, es caminando de la mano con Él, en una relación de corazón a corazón y de Espíritu a espíritu. Dios quiere obrar en tu vida como una preparación para su venida.
Su novia no estará presa en la red religiosa del cristianismo, no será esclava de leyes y doctrinas de hombres, no escuchará los cantos de sirena de este mundo, ni seguirá los dictámenes de su carne. Ella será libre para seguir a su Amado por donde Él vaya. Aun si el costo es alto, incluso si tiene que perder todo interés personal y toda su agenda por abrazar la voluntad de Aquel que la ama como nadie lo hará.
La novia es una mujer corporativa, una multitud de tabernáculos, la Ekklesía de Dios, la nueva Jerusalén, una ciudad celestial, el cuerpo de Cristo (con muchos miembros), la asamblea del pueblo de Dios, es un ejército, es un huerto, es un redil, es un templo de piedras vivas, es la familia de Dios, es una niña hermosa, tan radiante como el sol e irresistible para su Novio.
“Si tú no lo sabes, ¡oh la más hermosa de las mujeres!, sal tras las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores”. Cantares 1: 8 LBLA
“¿Quién es ésta que se asoma como el sol en la mañana? Es hermosa como la luna, radiante como el sol, ¡irresistible como un ejército en marcha!”. Cantares 6: 10 DHH
“Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; vuélvete, vuélvete, y te miraremos. ¿Qué veréis en la sulamita? Ella será como una multitud de tabernáculos”. Cantares 6: 13 JBS
Ella es una perla de gran precio, es preciosa a los ojos de su futuro Esposo. Es un tesoro que Cristo buscó, encontró y compró con su sangre. Y la perla es un símbolo de sufrimiento y esto es lo que hace que la perla sea bella. Esta niña hermosa ha sufrido, ha padecido, ha llorado, ha perdido su vida para tener la vida de su Novio. Esto es lo que la hace hermosa y lo que hace que Él la desee.
El camino a su plenitud, es por el sendero del sufrimiento.
“El reino de los cielos es como un mercader de perlas que anda en busca de perlas finas. Por fin descubre una verdadera oportunidad cuando le ofrecen a buen precio una perla de gran valor. Entonces corre, vende todo lo que tiene y la compra”. Mateo 13: 45 – 46 NBV
“Las doce puertas estaban hechas de perlas, ¡cada puerta hecha de una sola perla!”. Apocalipsis 21: 21a JBS
La amó desde antes de todas las edades, la escogió para Él, el deseo de su corazón fue cumplido cuando se levantó de la tumba. Su novia no es una religión organizada, es una bella dama que espera la boda con el que será su Esposo por la eternidad. La novia está comprometida con Él para serle fiel. El olor de su Amado la atrae, ella sabe que huele al dulce aroma de Resurrección, huele a Vida Eterna. El nombre de su Enamorado es música para sus oídos. Ella está siendo preparada, está en tiempos de amores en un compromiso real y verdadero, guardándose solo para Él, no va tras otros amantes, su corazón es de su prometido y de nadie más. Ella está lista para dar el sí.
El Novio está deseoso de casarse con ella, de meterla en su recámara y gozarse con la que será su esposa por la eternidad. Toda ella es codiciable para Él, es el deleite de Su corazón. Y el Espíritu clama por ese matrimonio. Y Cristo anhela con deseo ardiente dar el sí.
“La fragancia de tus perfumes es placentera; tu nombre es bálsamo aromático. ¡Con razón te aman las doncellas! ¡Arrástrame en pos de ti! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos; celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte! Cantares 1: 3 – 5 NVI
“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven”. Apocalipsis 22: 17 JBS
¡Ven Señor Jesús! Que este sea el deseo intenso de nuestro corazón.
Hasta la próxima.
A.L.
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