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Adriana Lelión

TODO TIENE SU TIEMPO



Sé lo que es esperar, sé lo que se siente estar en una sala de espera en un hospital aguardando un milagro. Todos los días estamos esperando algo, como una llamada, una visita, esperando en una larga fila o en la estación del bus. Pero, también estamos esperando cosas más trascendentales, como la respuesta a una oración, el cambio de las circunstancias, un nuevo empleo, una persona a quien amar, que te perdonen, la sanidad de tus dolencias y tantas cosas más. Y la espera puede ser desesperante a veces y desconcertante en otros momentos.


Esperamos nueve meses para ver la luz de este mundo. Así que desde el comienzo de nuestra existencia Dios nos preparó para la espera y nos enseñó que todo tiene un tiempo.


Sin embargo, los seres humanos inventamos lo instantáneo ─como el café─, porque el mundo gira y no se puede esperar. Le damos más valor a lo rápido que a lo lento, valoramos más la liebre que a la tortuga.


No obstante, para Dios todo tiene su tiempo y todo tiene su hora, y todo se hace de acuerdo a su voluntad. Él es Quien gobierna los asuntos tuyos y míos, y de toda la humanidad y nada se ha salido de su control soberano, nada es dejado a la suerte o a la casualidad, el cielo todavía está al mando y lo será por la eternidad. Ver Daniel 4.


No permitas que el desespero gane la batalla, no permitas que la ansiedad te robe la paz, no permitas que la premura te haga tomar malas decisiones y te quite la oportunidad de sorprenderte por lo que Dios hará. No te apresures y no dejes que otros te apresuren. Las cosas que valen la pena toman tiempo, todo tiene su hora, el momento de Dios es a tiempo.


¿Qué estás esperando en este momento de tu vida? Deja que Él Señor se tome su tiempo y te sorprenda, Él no llega tarde. Y si se tardare, espéralo, vale la pena. Te lo dice una impaciente en rehabilitación.


"Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y aun el mundo les entregó a su voluntad, de tal manera que no alcance el hombre esta obra de Dios desde el principio hasta el fin". Eclesiastés 3: 11


Hasta la próxima.


AL

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