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Adriana Lelión

TÚ ERES MI FUERZA JUECES 5:21


El torrente Cisón los arrastró, el antiguo torrente, el torrente Cisón. ¡Marcha, alma mía, con poder! Jueces 5: 21

Este versículo impactó mi vida hoy, el Señor siempre sabe qué decir en el momento justo. El poder de Dios se revela en medio de nuestra debilidad, de esto es lo que trata este versículo. Esto lo dijo Débora después de una gran victoria. El pueblo de Israel desfallecía a causa de Sísara, el capitán del ejército de Jabín, rey de Canaán, los había afligido en gran manera.


Esta es una palabra de aliento en esta hora, una palabra que levanta nuestros espíritus en fe, en la confianza plena en el Señor. Diariamente pasamos por situaciones inesperadas, difíciles, adversas, se escuchan malas noticias por doquier, cosas que afligen nuestro corazón y pueden llenarnos de temor, de incertidumbre y de ansiedad.


Pero, hoy esta palabra se hizo viva para mí. En nuestra debilidad Dios es nuestra potencia.

“El Señor me hizo enseñorear sobre los fuertes”, dice este capítulo en el verso 13.
“Desde los cielos pelearon…” dice el verso 20, no es nuestra lucha, es la de Dios con todo el ejército del cielo.

Dijo el criado de Eliseo: “Ah, señor mío, ¿qué haremos?, estamos rodeados por grandes ejércitos” (parafraseado) y Eliseo oró para que sus ojos fueran abiertos y sus ojos fueron abiertos y vio gente de a caballo y carros de fuego; que Dios abra nuestros ojos para ver que su ejército está peleando por sus hijos, por aquellos que se han rendido a su gobierno y siguen el camino de la muerte a su propia vida.


“Josué, dame esa montaña y Dios estará conmigo y los echaré”, le dijo Caleb, “cual era mi fuerza entonces, tal es mi fuerza ahora para la guerra”, porque el Señor estaba con Caleb porque Caleb tuvo un corazón para el Señor, él no vio la montaña, no vio los gigantes que la habitan, vio al Señor todopoderoso obrando y sabía que vencería por la victoria de Aquel que lo puede todo.


OH, ALMA MIA, MARCHA, NO TEMAS, MARCHA CON FUERZA, CON PODER. No te estanques, avanza, avanza, esto es lo que nos dice el Señor en esta hora. Cristo es potencia de Dios, su victoria es ahora nuestra victoria.


Satanás buscó sabotear todo el plan de Dios, quería destruir y descalificar por cualquier medio a nuestro Señor, buscaba destruirlo con las malas intenciones de los demás, el Señor pasaba por en medio de las multitudes que querían apedrearlo, era intocable e imposible de matar, al final se sometió a la traición y a la crucifixión, venció la tumba y a la muerte y se levantó en victoria, y esa victoria es nuestra ahora, nunca hubo alguien que derrotara tan a fondo a su enemigo y esa es nuestra vida ahora, la vida de Cristo que habita en nosotros.


A veces la muerte es inevitable, a veces la oscuridad es inevitable, la maldad parece tener la ventaja, pero en la muerte, en la oscuridad y en la maldad la Vida sale, la Luz sale y el Señor es exaltado por su gran poder y gloria.

Y cierro con el versículo 31, “los que te aman sean como el sol cuando nace en su fuerza”.

¡Qué fuerza la de nuestro sol!, representa a nuestro Señor quien es el sol de justicia, Él es resplandor de la gloria de Dios, cuando el Señor está por nosotros ¿Quién contra nosotros?, es su fuerza en nosotros, es su potencia en nuestra impotencia. Cristo es más que todo, más que cualquier adversidad, estamos pasando por experiencias profundas y el adversario lo está haciendo de una o de otra manera y el Señor no lo está impendiendo, para llegar a un conocimiento más completo del poder de Dios en nuestra vida. Amémoslo con todo el corazón, sometámonos a su voluntad por amor a Él y seremos como el sol cuando nace en su fuerza.


Marcha alma mía, avanza, no temas lo que te pueda hacer el hombre. Hebreos 13:6


¿Es esta palabra de aliento a tu vida?, házmelo saber.


Hasta la próxima,


AL

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