Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, le dio a cada uno de ellos un shofar en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. Jueces 7:16
Cuando leí este capítulo, las palabras “cántaros vacíos” sobresalieron de inmediato. Los cántaros vacíos representan nuestra vida vacía de nosotros mismos y las teas representan la luz de la vida del Señor; cuanto más vacíos estamos, más llenos de la vida de Él. Y cuando las vasijas de Gedeón fueron rotas, la luz de las teas resplandeció; tiene que haber un lugar de quebrantamiento en nuestras vidas para que la luz del Señor resplandezca en nosotros y los demás lo vean.
Cuando la vida se rompe en mil pedazos y todas las piezas quedan regadas por todas partes, sabemos que ha llegado el tiempo del quebrantamiento para nosotros y esto nos reduce, nos vacía de nosotros mismos, cuando el Señor termina con nuestra voluntad férrea, con nuestras fuerzas, con nuestra autosuficiencia y con nuestras buenas ideas, Dios puede obrar con su fuerza y su poder, cuando Dios nos debilita por completo es para hacer su obra en nosotros, esos son los tratos directos de Dios con nuestras vidas. Cuando Dios nos llama, Él no ve lo que somos, Él ve lo que llegaremos a ser en Él por su obra en nuestra vida.
Gedeón fue llamado para esta misión, pues si Dios llama, Dios respalda y obra de acuerdo a su manera; sin embargo, nunca llamará a alguien que no haya sido quebrantado por Él, las vasijas deben ser rotas y hasta que eso no suceda no seremos útiles para el Señor, la señal de un hombre o de una mujer usados por Él es la evidencia de la obra de la cruz en sus vidas.
Los Amalecitas y los Madianitas fueron destruidos ese día ante la mirada de estos trecientos hombres, porque hubo debilidad y esa debilidad es causada por el Señor para que aprendamos a confiar en Él, eran solo trecientos hombres ante este gran ejército.
Es en ese lugar seco y débil que el Señor puede usarnos para bendecir a otros. Esas aflicciones, esas angustias, esos sufrimientos obran sobremanera un alto y eterno peso de gloria en nuestras vidas, trabajan para la vida del Cuerpo.
Gedeón probó al Señor, lo probó con la señal del vellón y esto no es una especie de ritual al que debemos recurrir para saber algo de parte de Dios, ese vellón significa vida en medio del sufrimiento, en medio de la sequedad, porque la cruz trae vida, trae Resurrección, trae la vida de Cristo en todo Su esplendor a nosotros. Ahí donde no vemos solución a nuestros problemas y dificultades, cuando los cielos son de bronce, allí hay vida, allí el Señor está obrando su vida en nosotros.
Así lo dijo el salmista: “aunque ande por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo”. Es en los valles en donde podemos madurar, porque encontramos el abono para que haya siembra y haya fruto.
El Señor vive y aún no ha acabado todo, Él está en ese valle de muerte, está allí con nosotros en el trillo, en el horno de fuego, en el foso de los leones, no podemos desear ser usados por el Señor y despreciar el foso.
El quebrantamiento es esencial en la vida de todo siervo de Cristo, cuando somos quebrantados, exhalamos el aroma de Cristo en nuestras vidas. Dios usa vasijas quebrantadas y esta es la marca de los escogidos del Señor, las vasijas primero deben ser rotas para luego ser usadas por Él, cuando el Señor nos quiebra y nos hace pedazos, es para que aprendamos a no meter la mano de nuestra vida natural en las cosas que solo Él puede hacer.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros. 2 Corintios 4:7
Dios puede hacer cosas asombrosas en medio del sufrimiento, en medio de todo quebrantamiento en nuestra vida, ahí no acaba todo.
Cuando somos quebrantados y tocados por Él, se libera la vida de Dios en nosotros y los demás pueden ver y oler al Señor en nuestro servicio a Él.
Servimos en una vida de Resurrección y somos útiles al Señor cuando hemos sido quebrantados desde todos los ángulos de la vida, cada parte de nosotros será tocada por Él. Todo será quebrado como aquella vasija de barro, para que veamos Su potencia en nuestra debilidad. Allí cuando todo lo vemos perdido, el Señor llega saltando sobre los montes, brincando sobre los collados. Somos vasos de barro que poseen la vida de Dios, vasos débiles que poseen la revelación el Señor Jesús en su interior, pero deben quebrarse.
Porque aunque fue colgado en un madero por flaqueza, sin embargo vive por potencia de Dios. Por lo cual también nosotros somos flacos en él, sin embargo viviremos con él por la potencia de Dios en vosotros. 2 Corintios 13:4
Él quiere que aprendamos a depender de Él y que corramos a sus brazos cuando somos quebrantados. Dios quiere que confiemos en Él, que lo veamos como nuestra vida, esto nos hace más que vencedores, este es el secreto de la victoria y del poder espiritual, esta es la fe que vence al mundo y a todo lo demás, nada en nosotros lo hará, todo es por Él y a través de Él.
Nadie puede servirle al Señor como debe ser si primero no es vaciado de sí mismo, si la confianza propia no es destruida. Nuestra naturaleza debe ser quebrantada por completo y así Dios podrá hacer más en nosotros y a través de nosotros, el quebrantamiento le da la oportunidad al Señor de obrar a su manera y con todo su poder. Solo somos vasijas frágiles, vacías de nosotros mismos y llenas de Él. Cuando nuestras fuerzas son destruidas podemos experimentar la fuerza de Él.
Dios nos perfecciona a través del quebrantamiento de la cruz y nuestra mirada debe estar puesta en el Señor, no en las circunstancias que estamos pasando. Ese es el testimonio que damos al mundo y al mismo enemigo, que él no gobierna, que Cristo gobierna, está la vida más allá de la muerte, no pienses que Dios te ha olvidado, que se ha ensañado contigo, Él quiere que tú lo veas más allá de tus circunstancias, no importan que tan duras sean, allí encontrarás que Jesús es tu todo. Son experiencias oscuras y a veces tan extraordinarias como las que vivió Gedeón, experiencias costosas y hasta absurdas, pero experiencias que te llevan a Él como ninguna otra.
Si fuera por nuestra lógica no estaríamos con el Señor, pero esta es la fe que triunfa a pesar de todo, porque nuestra confianza está en Dios que resucita a los muertos y sabemos que por encima de todas las cosas Él reina, que tiene el control de cada circunstancia y que tiene un propósito con todas las cosas.
Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta a los muertos. 2 Corintios 1:9
Y cuando vemos personas que han sido quebrantadas totalmente por el Señor, vemos que son distintas, tocamos a Cristo a través de ellas, sus vidas huelen a Él, pues lo más valioso para ellas lo han dejado en el altar de Dios como holocausto para Él, como aquel altar que edificó Gedeón.
Cuando otros ven a Cristo en nosotros tendrán hambre de aquello que tenemos, los demás detectarán que hay algo diferente, que somos distintos, verán que a pesar de nuestras pruebas y aflicciones podemos soportarlas con el gozo del Señor en nuestro corazón, puesto que el gozo del Señor es nuestra fortaleza, la tristeza será reemplazada por la alegría que solo el Señor puede dar.
En nuestro quebrantamiento la luz del Señor brillará y todos lo verán.
Amen, Gloria al Señor.. Un abrazo amada. Dios bendiga tu vida y la de tu madre.