La madurez espiritual no es cuánto conocimiento bíblico tengamos, ni cuántos dones obren en nosotros, es cuánto de Cristo tenemos, cuánto ha aumentado Él y cuánto he disminuido yo. Y esto me hace pensar en algo que leí hoy de Austin Sparks:
"La espiritualidad no es un acuerdo mental sobre las cosas declaradas en la Palabra, es el derretimiento de un corazón a otro, a todos los santos. La verdadera espiritualidad es la medida del amor de Dios derramado en el corazón, todos los espirituales descansan y surgen del amor. Ni poder, ni conocimiento, ni dones diferentes, estas no son las primeras cosas, lo primero es el amor. Eso conduce al aumento de Dios".
Así es Lolyta, que el Señor nos dé su amor, que es más grande que su trono para poder hacerlo, solo Él a través de nosotros podemos amar como solo Él ama.
Amén!! Que difícil es amar a las personas antipáticas y ofensivas, que Dios nos ayude a poner en práctica Sus enseñanzas acerca del amor.
Gracias Adrianita por compartir este mensaje! Un abrazo.